Un invernadero aprovecha el efecto producido por la radiación solar que, al atravesar un plástico traslúcido, calienta el ambiente y los objetos que hay dentro; estos, a su vez, emiten radiación infrarroja, con una longitud de onda mayor que la solar por lo cual no pueden atravesar los plásticos o cubiertas a su regreso.
Orígenes
La idea de cultivar plantas en un entorno con clima controlado se remonta a tiempos de los romanos. Parece ser que los médicos del emperador Tiberio le aconsejaron comer un pepino al día y sus jardineros desarrollaron un método de cultivo para hacerlo llegar a su mesa cada día del año. Las plantas se colocaban bajo estructuras cubiertas con telas impregnadas en aceite, conocidas como ‘specularia’, o con láminas de mica.
Los primeros invernaderos modernos, cubiertos con vidrio, se construyeron en Italia en el siglo XIII para albergar las plantas exóticas que los exploradores traían de los trópicos. El experimento se extendió rápidamente a Holanda e Inglaterra, junto con las plantas. Estos primeros intentos requerían una gran cantidad de trabajo para cerrarlos por la noche o durante el invierno y tenían serias dificultades para mantener un nivel térmico adecuado.
Con el desarrollo de la Ciencia Botánica, los invernaderos pasaron a las universidades. En Inglaterra a veces se conoce a los invernaderos como ‘conservatories’, porque servían para conservar las plantas.Los franceses llamaron a los primeros invernaderos ‘orangeries’, porque protegían a los naranjos de las heladas. Fuente Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica
En el siglo XIX se construyeron los mayores invernaderos de vidrio y en el siglo XX el desarrollo económico impulsó, especialmente tras la segunda guerra mundial, la construcción de invernaderos de cristal.
Celulosa regenerada, un paso a la innovación
En el año 1948 El profesor E. M. Emmert de la Universidad de Kentucky, Estados Unidos tuvo la idea de sustituir el vidrio por celulosa regenerada (papel celofán) para cubrir una estructura de madera. Desde entonces los invernaderos de plástico se han extendido por los cinco continentes y han desplazado al vidrio como material de cerramiento.
Los invernaderos son estructuras cerradas, estáticas, accesibles con materiales resistentes dentro de los cuales se pueden obtener microclimas favorables para superar situaciones climáticas adversas mediante el control de humedad, temperatura, fuertes vientos, entre otros, con el fin de mejorar el crecimiento, desarrollo y productividad para cada proyecto.
Temperatura, un balance de energía establecido en relación al amanecer y al atardecer donde constantemente se regula la temperatura y ventilación con el objetivo de evitar condensaciones al interior del invernadero, teniendo en cuenta algunos
sistemas para un mejor rendimiento:
- Instalaciones con agua caliente integra la temperatura del aire con la temperatura del agua en el circuito de calefacción. Para ello se definen las temperaturas máximas y mínimas en el circuito de calefacción, y el controlador.
- Constante global térmica del invernadero para esta se debe tener en cuenta la temperatura exterior del aire, velocidad del viento y radiación solar para poder definir la carga térmica de la instalación y controlar el sistema de aire caliente en el invernadero.
- Control de temperatura mediante ventilación consiste en instalación de ventilaciones dependiendo del grado de apertura de ventilación, la velocidad del viento, la diferencia de temperatura entre el interior y exterior. Todos los factores influyen para proceder a posicionar las ventanas, la medición de la dirección del viento es utilizada para la apertura en orden, la ventilación orientada a sotavento (lado resguardado del viento) es la primera en trabajar, la ventilación operada en barlovento (lado expuesto al viento) se va estableciendo apertura de forma gradual.
Para mejores resultados con la optimización de los invernaderos, es fundamental construirlos con la cubierta (techo) adecuada, de acuerdo a las necesidades requeridas (protección a la lluvia, granizo, temperatura, vientos) con los materiales idóneos según el tipo de estructura y presupuesto (acero, guadua o madera inmunizada) que se ajusten a las condiciones topográficas de la zona (tipo capilla, pagoda, espacial, túnel o semitunel).
Las Asesorías en Gestión agroambiental son de gran ayuda para la buena optimización de recursos y aplicación de tecnologías que permitan utilizar de forma adecuada mejorar procesos de cultivos y producción.